¿En qué consiste el enferetrado del cadáver?

Para un velatorio, existen una serie de rituales propios de cada cultura, para rendir honores al fallecido. Sin embargo todo esto sucede después de que el cuerpo haya pasado por todo el proceso para tener la “mejor” imagen posible para sus familiares y / o seres queridos y sin duda, el paso final, es uno de los más importantes y es el momento del enferetrado del cadáver.

El enferetrado consiste en colocar el cadáver dentro del ataúd, previamente escogido por sus familiares, pero no es tan simple como eso, es un proceso mucho más complejo de lo que se pueda pensar,  que requiere de ciertas condiciones  para que la última despedida del fallecido se lleve a cabo de la manera más sublime que sea posible.

¿Cómo colocar el cuerpo según el enferetrado?

Para colocar el cuerpo dentro el féretro, primero que nada, se debe tomar en consideración cuantas personas llevaran a cabo la faena, ya que dependiendo de ello se procederá de forma distinta según sea el caso.

Por ejemplo si la acción será realizada por una sola persona, evidentemente toda la maniobra depende de ella y debe tener especial cuidado durante la manipulación del cuerpo para evitar golpes en las zonas más visibles del mismo, sobretodo en el área de la cara y la cabeza. Lo primero que debe hacer el tanapractor es alinear la bandeja en la que se trabajan los cuerpos, con el féretro y comenzar a introducirlo en él desde las piernas, para que una vez estén dentro se proceda a colocar el resto del cuerpo en el ataúd, tomándolo desde el tronco y la cabeza para hacerlo de forma segura, hasta que esté totalmente dentro del féretro. Para realizar este procedimiento, se recomienda utilizar algún tipo de lubricante o pulverizar algún producto sobre la bandeja, para facilitar el deslizamiento del cadáver hasta la urna.

Si el enferetrado se realiza por dos personas, es mucho más sencillo. Para esto se colocan ambas persona en cada extremo de la bandeja o mesa de preparación, sujetando cada una 2 extremos de la sabana sobre la que reposa el cuerpo para ser deslizado suavemente al interior de féretro.

Una vez el cuerpo está dentro del ataúd se procede a alinearlo correctamente. Lo ideal es que la posición del cadáver sea lo más natural posible y la cabeza debe reposar recta sobre el cojín. 

Tipos de féretro

La selección del féretro donde descansará el cuerpo de un ser querido que ha fallecido es algo que no se toma a la ligera, ya que probablemente sea lo último que podamos hacer por esa persona.

En las funerarias, siempre se presentan catálogos con los féretros que están a disposición del cliente, los cuales pueden variar desde los más comunes hasta los más ostentosos.  Ya os hablamos de los diferentes féretros que existíen, pero para resumir, vamos a hablar de los 3 principales tipos de féretros.

Féretros de madera

Es el más común. Puede estar realizado totalmente de madera o algún otro material similar que sea biodegradable. Este tipo de féretros llevan forros y acolchados en su interior de al menos 15mm de grosor.

Féretro de dos cajas

Esta clase de ataúd es utilizada para trasladar el cadáver en los casos en que el entierro se realiza en un lugar muy distante de donde se produjo el deceso. En vista de que la madera no es lo suficientemente resistente para someterse a los rigores de un traslado, la caja debe ser de zinc en su interior forrada de madera en el exterior.

Féretros metálicos

Este tipo de cajas no es muy común en la actualidad, si bien en el pasado se usaban con frecuencia, es importante saber que hoy en día se utilizan para que reposen las partes del cuerpo del difunto, que por alguna razón hayan sido amputadas. Estas cajas son más pequeñas que un féretro y además son impermeables.