Normativa legal por la que se rige un tanatopractor

La tanatopraxia es una de esas profesiones que últimamente ha tomado mucho auge como alternativa de salida laboral. Alrededor de esta existen varios elementos que se deben tener en cuenta. Al ser una profesión que trabaja con personas fallecidas, una de las principales preocupaciones es si existe un reglamento de trabajo y por tal razón debemos resaltar los estudios que debe tener un tanatopractor. Pero más allá de esto, se debe reconocer cual es la normativa al detalle por la que se rige un tanatopractor, para de esta forma saber qué está y que no está permitido en el oficio y así no incurrir en problemas legales por omisión de la ley.

Primero veremos cuál es el trabajo de un tanatopractor. La tanatopraxia y la tanatoestética son ese conjunto de actividades realizadas por un profesional del área y que están encaminadas a cumplir una función básica que es la conservación de un cadáver y el correcto adecentamiento del mismo, para que sus familiares y allegados tengan una oportunidad de despedirse de él de forma digna. Dentro de este conjunto de actividades se puede nombrar la restauración, la higienización y el embalsamamiento del cadáver, tales procedimientos deben ser realizados en sitios apropiados como lo son funerarias y tanatorios.

Adquiriendo los conocimientos

Aun cuando deben tener estudios especializados en este sector, no tiene en sí una carrera universitaria especializada, por lo menos a nivel nacional, por lo tanto si se desea realizar estudios relacionados a este sector lo más lógico es tomar los cursos de tanatoestética y  tanatopraxia que se dictan en varios centros formativos. Tales estudios deben ir acompañados de horas formativas prácticas, pues esto ayuda a especializarse y completar los estudios. Las normas básicas a seguir las podemos encontrar en el Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria, que son las que se aplican cuando la persona es cremada o enterrada antes de las 72 horas.

La normativa vigente que se plasma aquí se puede encontrar en el orden ministerial del 2 de diciembre de 1945, BOE n° 336 y el Real Decreto de la Policía Sanitaria Mortuoria de 1974. Estas nos ayudan a conocer las condiciones generales que deben tener las salas de tanatopraxia y los procedimientos que allí  pueden realizarse.

Normas generales a cumplir

El decreto nos habla de las condiciones higiénicas mínimas en las salas de tanatopraxia, tales como la ubicación física haciendo hincapié en que debe estar alejado de cualquier recinto residencial y que está totalmente prohibida la existencia de un tanatorio cerca de un colegio, hospital o sitio donde se pueden presentar aglomeraciones de personas o para aquellos lugares donde hay consumo de alimentos.

Los tanatorios deben tener un método de control para evitar la presencia de cualquier tipo de plaga. Se especifica acerca del uso del agua, indica qué tipo de agua se puede usar y que la red de tuberías de la funeraria debe ser independiente a cualquier red del agua que pueda acceder a un ser humano evitando así posibles riesgos de contaminación.

El mobiliario, parte importante de la norma, un buen tanatopractor necesita tener las herramientas especializadas para la práctica de este oficio y esto incluye el tipo de mobiliario, se debe contar con camillas y sábanas desechables, carros porta difuntos, entre otros. El uso de productos de conservación también se encuentra regulado, por ley se debe contar con la previa autorización y registro de la posesión de productos biocidas y materiales de limpieza necesarios para mantener la sala limpia.

Finalmente por ley, estas salas deben tener la iluminación estrictamente en regla. La norma nos dice que la luz natural debe ser aproximadamente entre un mínimo de 20% y un máximo de 40 %. Estas y otras reglas se podrán encontrar en los documentos anteriormente mencionados y es allí donde un tanatopractor y un tanatoesteticista deben apoyarse para la realización de su trabajo.