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¿Qué es la deshidratación cadavérica?

Uno de los problemas más comunes dentro de la estética es la deshidratación de la piel. Se genera por la falta de consumo de agua, debido a que el cuerpo necesita ciertas cantidades de la misma para no perder su estructura plana, además de su flexibilidad con el paso del tiempo.

Aunque no lo creas, este problema también aparece en los cuerpos de las personas que han fallecido; algo poco común, pero real. Te contamos qué es la deshidratación cadavérica.

La deshidratación después de la muerte

La deshidratación es un problema que hace que la piel adquiera una superficie desprolija y poco agradable a la vista. A vece el cutis seco no vuelve a su posición inicial, por el escaso consumo de agua. Además, la deshidratación genera fragilidad y palidez (blanquecino-amarillenta) en la piel.

En el caso de los cadáveres, este problema puede ser acelerado por las condiciones externas, ya sea debido a las temperaturas elevadas o a fuertes ventilaciones. Esto podría afectar a los líquidos que se encuentran dentro del cuerpo -cuya finalidad es mantener la humedad y evitar que la piel se estropee-.

Cuando los factores externos producen alteraciones en el cadáver (como pérdida de peso, desecación de las mucosas o fenómenos oculares), la piel cambia de aspecto.

Apergaminamieto cutáneo 

El cambio que sufre el cadáver depende de la intensidad a la que es expuesto a los factores anteriormente nombrados.

La modificación del aspecto de la piel se debe a que la capa principal y protectora, la capa córnea, se reduce por falta de regeneración celular; y el tejido epitelial sufre una desecación llamada apergaminamieto cutáneo. En otras palabras, la piel forma una placa dura, seca y espesa, de una tonalidad ligeramente amarillenta. También aparecen vascularizaciones en la piel en un color violáceo oscuro. 

Desecación de las mucosas

En cuanto a este fenómeno, se produce generalmente en los labios, en especial en los niños recién nacidos. En los bordes del labio se origina un ribete de color rojizo o negro, e incluso puede llegar a producirse en la vulva de niñas de corta edad. 

Fenómenos oculares

Los fenómenos oculares son una desecación a nivel del ojo, comúnmente conocida como pérdida de la transparencia de la córnea.

Esta anomalía se considera relativamente precoz, aunque varía en cada cuerpo, ya que el tiempo de aparición depende de si el cadáver estuvo con los ojos abiertos o cerrados. Si el cuerpo tenía los ojos abiertos, la córnea se vuelve turbia a los 45 minutos de la muerte; y si los tenía cerrados, a las 24 horas.

Otro fenómeno que se produce en los ojos poco después de la muerte es la mancha esclerótica de Sommer-Larcher. Aparece como una mancha negra que se va extendiendo hasta que adquiere una forma redonda u ovalada, desde la parte externa del globo ocular, hasta formar otra del mismo color y aspecto en el lado interno del ojo. Ambas manchas se extienden transversalmente, por lo que a menudo se unen, formando un elipse de convexidad inferior.

Hundimiento del globo ocular 

Esta anomalía se genera a causa de la evaporación de los líquidos intraoculares, que causan que el ojo del cadáver se ponga flojo y blando, lo que en casos extremos produce el hundimiento de la esfera ocular.

Un fenómeno habitual, pero que también depende de cómo estuviera el cadáver en el momento de la muerte, es decir, con los ojos abiertos o cerrados.