Tanatoquimia o cómo conocer las causas de una muerte

La tanatoquimia podemos definirla como el estudio de la evolución bioquímica de un cadáver. Las biomoléculas se van degradando con el tiempo, y centrándonos en esto, podemos descubrir cuáles han sido las causas exactas que han llevado hasta la muerte.

¿En qué está basada la tanatoquimia?

Está basada en el proceso de degradación o destrucción de las moléculas que contiene el cuerpo.

La necrosis es el proceso de destrucción de estas células tras la muerte. Las causas pueden ser variadas, motivo por el que deben ser tenidos en cuenta todos los fluidos, a esto se le denomina “valoración del IPM” (Intervalo Post-Mortem). Estos fluidos biológicos están alojados en zonas específicas del cuerpo que están cerradas, ya que si se tomaran de las abiertas podrían contaminarse fácilmente y echar a perder el estudio. Por este motivo, es importante que las muestras que se adquieren sean del líquido cefalorraquídeo, humor vítreo o humor acuoso entre otras.

Los expertos, para mejorar aún más los resultados obtenidos, aconsejan que el líquido se obtenga del vítreo y del pericardio, ya que estas zonas es muy difícil que se contaminen, siendo la del humor vítreo la más valiosa de todas, debido a que los niveles de potasio que contiene tras la muerte están en la cantidad perfecta para realizar los análisis.

Existen más formas de estudio basadas en la tanatoquimia, una de ellas se realiza a nivel entomológico. Cuando desaparecen las proteínas del cuerpo debido a la muerte, este empieza a liberar gas metano, originando la aparición de coleópteros y dípteros. Estos insectos son los encargados de decirnos en qué momento se produjo la muerte.

La tanatoquimia como evolución de la medicina moderna

La medicina ha avanzado mucho en los últimos años, una de las causas es debido a la tanatoquimia, un modo de hacer preguntas sutiles a un cadáver. Cuando es necesario realizar una investigación, los datos que aportan algunos fluidos como el del humor vítreo son un factor a tener en cuenta.

Mediante esta técnica es posible saber, por ejemplo, si una herida se realizó cuando la persona ya estaba muerta o no, incluso cuánto tiempo estuvo agonizando. Los restos óseos son los que permiten saber la causa final del fallecimiento.

Cuando un caso se analiza en un juicio, es importante resolver las siguientes incógnitas: ¿Qué?, ¿Cómo? y ¿Cuándo? Los expertos en la tanatoquimia deben ser capaces de resolver estas preguntas y averiguar todos los datos de valor que se puedan sacar a la luz.

El proceso

Este proceso no es una tarea fácil, ya que las técnicas que tienen que llevarse a cabo deben ser realizadas por profesionales muy versados en la materia. Es posible obtener millones de secuencias de ADN de una forma relativamente sencilla, aunque hay que comprobar si existen bacterias y, en caso de que las haya, averiguar si han sido cultivadas de forma natural o han aparecido por el medio que rodeaba a la víctima.

La causa exacta de una muerte es posible conocerla gracias a la tanatoquimia, aunque es cierto que algunos casos, que no superan el 3 %, son denominados autopsias blancas, lo que quiere decir que es muy difíciles establecer los hechos.

En cuanto al momento concreto en el que se produce la muerte, no se puede saber con exactitud, siempre habrá un margen horario y dependerá de las técnicas que hayan sido utilizadas.

Si las muestras no son tomadas dentro de un margen de tiempo que no deberá ser superior a las 48 horas, pueden aparecer más variantes y será más difícil esclarecer los hechos, debido a la autolisis celular (un proceso biológico en el que las células se autodestruyen).