Los principios que debe cumplir un cementerio para considerarse natural:
El primer principio y fundamental es que la inhumación tiene que hacerse directamente en la tierra. En las inhumaciones de los cementerios naturales, los cuerpos de los difuntos se entierran directamente en la tierra. Normalmente, los cuerpos se envuelven en un sudario de fibras naturales o bien en un ataúd de materiales totalmente
biodegradables. Encima de las fosas de los cementerios naturales no se coloca ningún tipo de material que no sea respetuoso con el medioambiente. Ni losas ni hormigón… Este tipo de entierros están pensados para que los familiares y amigos del difunto puedan recordarlo por todo el entorno natural del lugar.
El cuerpo del difunto no puede estar embalsamado
El cuerpo humano es 100% biodegradable. La descomposición en materia orgánica es la forma en que la naturaleza recicla un cuerpo. Si se practican alguna intervención de tanatopraxia o embalsamamientos con formaldehído u otros productos similares estamos llenando la tierra constantemente de productos tóxicos. Es por ese motivo que en los cementerios naturales no se permiten los cuerpos embalsamados. La zona de entierro se tiene que restaurar y conservar según el entorno.
Una vez finalizado el entierro y pasados unos meses, en los cementerios verdes la superficie de cada tumba se adorna con plantas y flores autóctonas. Se diseña el cementerio con senderos, caminos y bancos para que los familiares puedan recurrir a recordar a sus difuntos, pero siempre manteniendo el paisaje y el ecosistema.
El monumento es el espacio natural
En los cementerios naturales no se usan monumentos funerarios individuales, sino que se apuesta por la conmemoración comunal. Se entiende que el recuerdo de alguien no viene por una inscripción en un mármol sobre un hueco forrado de hormigón. Así, el mejor recuerdo es el que se asocia con el entorno natural en su conjunto, con su belleza ornamental y su biodiversidad de flores y plantas. La idea del cementerio natural es que el cuerpo del difunto se incorpora a la fertilidad y los ciclos ecológicos de la tierra y esta es su mejor forma. Los cementerios naturales se planifican para hacer un uso óptimo de la tierra. En un cementerio natural los elementos de diseño que ocupan el paisaje silvestre son mínimos. Haciéndolo así se consigue que un cementerio natural pueda albergar más entierros en una misma área que un cementerio convencional.
Tres razones por las que deberíamos impulsar los cementerios naturales
La existencia de los cementerios naturales es símbolo de innovación socioecológica y cultural y vale la pena por muchos motivos.
- Es la opción de menor huella ecológica
El entierro verde directo al suelo con mortaja, ataúd vegetal o urna biodegradable es la opción más sostenible, de menos
impacto ecológico. Permite conservar paisajes naturales, al no comprarse espacios funerarios.
Es un gran acto de responsabilidad personal al final de la vida en el planeta que nos ha acogido durante tantos años. De la tierra venimos y a la tierra volvemos, es una manera de volver a nuestros orígenes. El entierro directo al suelo es la manera como la humanidad ha despedido a sus seres queridos desde hace miles de años. De hecho, este acto es reconocido como uno de los primeros rituales de la civilización humana. Las primeras tumbas se remontan a 62.000 años.
Los entierros en cementerios naturales, con una mínima pero digna preparación del difunto, y su colocación directa en el suelo, es la mejor manera de contribuir a la preservación de la naturaleza y volver a los orígenes.
- Tiene un precio asequible
Aunque el precio no suele ser el factor que hace a las personas decantarse por un entierro natural, sí que cabe destacar que este suele ser más económico. Los productos simples, naturales y biodegradables son menos caros que los convencionales. Aun así, también debemos tener en cuenta que los cementerios naturales ofrecen servicios que pueden elevar el presupuesto, como el transporte del féretro en vehículo eléctrico, carro o su mantenimiento y cuidado.
- Para todas las personas
Los entierros verdes son una tendencia en constante crecimiento. Cada día hay más personas que son conscientes de
la necesidad de minimizar la huella ecológica que dejamos. El entierro en un cementerio natural se convierte en una opción
responsable y comprometida con la salud de nuestro planeta.
En nuestro curso tanatopractor te proporcionaremos toda la información relacionada con los distintos procesos de inhumación.
Jorge Vázquez Cuñarro
Alumno de Tanatos Formación
Santiago de Compostela
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