¿Qué medidas tomar para evitar una enfermedad infecciosa de un cadáver?
El contacto que tiene un tanatopractor con el cadáver, implica un riesgo si no cumple con las normativas de seguridad.
Los cadáveres son un cultivo de múltiples organismos infecciosos que, si no se tratan siguiendo el protocolo, pueden ocasionar una pandemia. Por lo tanto, es necesario tomar medidas para evitar una enfermedad infecciosa, producto del contacto con cadáveres.
Normas de seguridad
En primer lugar, la persona que manipula el cadáver debe tener en cuenta que existen unas normas de seguridad para la manipulación de un cuerpo. Especialmente, si la muerte se ha producido por alguna enfermedad contagiosa.
Por ejemplo, hepatitis, tuberculosis, VIH -este virus puede permanecer activo durante varios días en cadáveres conservados a una temperatura inferior a los 2ºC-, son enfermedades que no han sido erradicadas y cuyo contagio puede ocurrir desde el mismo momento en el que se manipula el cadáver para trasladarlo a la sala de tanatopraxia.
Las normas de seguridad deben seguirse de manera adecuada. Se recomienda situarlas en lugares visibles dentro de los espacios donde se mantienen y se preparan los cadáveres.
Equipamiento especial
La ropa adecuada es, sin lugar a dudas, un aspecto fundamental que contrarresta y evita el contacto directo con el cadáver. Es imprescindible el uso de mascarilla, gafas, ropa especial y guantes resistentes. Estos últimos deben resistir pinchazos y ser gruesos, sobre todo si se van a manipular cadáveres en avanzado estado de descomposición.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere el uso de batas plásticas desechables para proteger el cuerpo.
Mientras que el calzado debe ser estrictamente de seguridad, ya que, una caída puede exponer al trabajador al contagio a través de fluidos o sangre contaminada.
Uso de mascarillas
La mascarilla es la protección de las vías respiratorias, principal fuente de contagio de enfermedades. Se recomienda su uso por parte de todo el personal que trabaja con cadáveres.
La OMS recomienda las mascarillas auto-filtrantes, que no solo protegen de microorganismos, sino también de los agentes químicos que se utilizan en la preparación de un cadáver.
Esquema de vacunación
Las personas que desempeñan funciones relacionadas con el manejo, conservación y preparación de cadáveres, necesitan tener su esquema de vacunación actualizado.
Entre las vacunas obligatorias, se encuentran: hepatitis, tuberculosis y DTQ, que protege contra la difteria, la tosferina y el tétanos. Enfermedades infecciosas de fácil propagación.
Manejo de desechos
El manejo de los desechos biológicos que se generan durante el trabajo con cadáveres es un aspecto fundamental que debe tratarse con sumo cuidado. La utilización de bolsas de seguridad y depósitos metálicos, para evitar que se derramen, son medidas que deben seguirse rigurosamente.
Existe una gran cantidad de virus y microorganismos que permanecen en un cadáver y se pueden expandir por el ambiente si no hay un correcto manejo del cuerpo, y en especial, de los desechos.
¿Qué hacer en caso del virus del Ébola?
Cuando se sospecha que la causa de la muerte fue el virus del Ébola, el protocolo a seguir en el manejo del cadáver es riguroso y metódico, pues la carga viral en un cuerpo es muy elevada y puede provocar que se propague con facilidad un virus.
Los cadáveres infectados por este virus, son tratados por personal capacitado para ello. Se colocan en una doble bolsa sanitaria, que deben estar selladas con pegamento para evitar cualquier escape, para luego colocarlo en un féretro especial.
Se procede directamente a la cremación del cadáver, no está permitido el velatorio ni la intervención de tanatopractores. Sin embargo, las cenizas sí que podrán ser manipuladas por los familiares sin correr ningún riesgo.
En definitiva, es muy importante seguir la normativa al pie de la letra, evitar el contacto directo con cualquier sustancia o material que haya estado en contacto con un cadáver, y sobre todo, no manipular el cuerpo sin la debida protección.