¿En qué consiste la ruptura de la rigidez de un difunto?
Cuando la persona fallece, suceden una serie de acciones, principalmente el corazón deja de latir, la sangre deja de circular y se hace espesa, lo que se llama coagulación. Además, debido a un proceso químico de acidificación comienza a producirse el fenómeno conocido como rigor mortis o rigidez del difunto. Esto puede producirse entre las 3 y 10 horas posteriores a la defunción y desaparecer aproximadamente unas 48 horas después.
El rigor mortis se produce cuando, tan solo pocas horas tras del fallecimiento, el cuerpo está expuesto a una temperatura media y comienza el proceso de endurecimiento de los músculos y las articulaciones no se pueden flexionar, por lo que resulta más difícil la manipulación del cadáver.
Dicha rigidez se va produciendo paulatinamente, pasando por una serie de etapas: se inicia por la contractura de los músculos, el corazón y el diafragma. Posterior a esto la rigidez se empieza a notar en las extremidades de la parte superior y en el cuello, para luego abarcar el resto del cuerpo.
Procesos en el momento de la rigidez de un difunto o rigor mortis
Los tres procesos importantes que también ayudan a determinar el momento del deceso son: la instauración, el estado y la resolución.
La instauración, se comienza a producir desde el momento en que se empieza a notar la rigidez en el cadáver, lo cual, como ya se ha mencionado, ocurre alrededor de tres horas después del deceso y puede extenderse durante unas 19 horas. Durante esta etapa puede ser posible dominar la rigidez ejerciendo fuerza, aunque esta volverá a hacerse presente si no se sigue forzando el cuerpo.
El estado, es la segunda fase y la misma se inicia justo tras finalizar la instauración, teniendo como duración unas 12 horas aproximadamente, pero en esta etapa es imposible dominar la rigidez a menos que se fuerce una fractura en las extremidades del cuerpo del difunto.
Por último tenemos la resolución, que se presenta a partir de las 36 horas después de la defunción. Durante esta etapa ya es fácil vencer la rigidez ejerciendo cierta fuerza sin que esta vuelva a hacerse presente.
La ruptura de la rigidez del difunto
A partir de las 24 horas posteriores a la muerte y debido a la descomposición de los músculos, el cuerpo va siendo más flexible, haciendo mucho más fácil su manipulación.
Entendiendo todo lo antes descrito, la ruptura de la rigidez se produce cuando una de las articulaciones del cadáver es flexionada y no aparece ningún tipo de rigor. Esto no supone, literalmente, la ruptura de ningún hueso o músculo, sino la eliminación del rigor mortis mediante la movilización de una parte del cuerpo.
La ruptura de esta rigidez, principalmente en brazos y manos, es de suma importancia para el proceso que implica el vestir al cadáver, así como conseguir una postura más natural para el mismo.
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