Tanatopraxia: Recogida y recepción de un cadáver

La tanatopraxia es  una técnica muy difundida, principalmente en países Europeos y no es más que mejorar la apariencia de los fallecidos. Esta no es una práctica moderna, como muchos podrían pensar, sino que por el contrario, es una técnica ancestral que se remonta a muchas civilizaciones atrás, principalmente a la cultura egipcia que la utilizaba como parte de sus ritos funerarios.

La tanatopraxia reúne todas las técnicas necesarias para higienizar y conservar al cadáver que en la actualidad son llevadas a cabo por personas y profesionales, para mantener por mucho más tiempo y en buen estado el cuerpo de una persona, para que los familiares puedan despedir, como deseen, a su ser familiar.

Recogida y recepción de un cadáver

Para proceder a la recogida del cadáver, en primer lugar se documenta el mismo, de manera manual y/o digital, pero siguiendo los parámetros establecidos por la empresa, para constatar la retirada del cadáver

Entre tanto, la identificación del cadáver en el lugar de la recogida se genera contrastando los datos de parte del trabajo, además de la documentación del fallecido, tomando siempre en cuenta los protocolos definidos para proceder a la retirada.

El traslado mortuorio o destino intermediario, se define con la verificación de los datos de la orden de trabajo, que es lo que realmente expondrá las circunstancias de la muerte. Pero claro está para la recepción de los fallecidos no sólo se trata de ver o realizar formularios, también depende de un equipo de protección.

El equipo de Protección Individual (EPIs), cuenta con guantes, mascarillas, batas, entre otros, además de los materiales que se usan para tapar el cadáver, como las bolsas, sudarios, etc. Esto gracias a la normativa de riesgos laborales, salud medioambiental y sanidad mortuoria.

Cuando se mantienen las herramientas necesarias, es muy fácil la manipulación del cadáver y el proceso de recogida también, pero siempre tomando en consideración el protocolo, hasta la finalización del servicio, garantizando siempre la seguridad en todo momento, desde la recogida del cadáver hasta la culminación del servicio.

Ya una vez que se recoge el cadáver, tras reconocer la muerte de la persona, es recibido por el tanatopractor, quien inicialmente debe identificar al fallecido y evidenciar que el cuerpo concierne al sujeto en cuestión.

Para aclarar, los tanatopractores, son aquellos profesionales encargados de realizar la tanatopraxia. Estos tienen la complejidad de un horario, ya que depende de cuánto puede demorarse el arreglo del cadáver. Inicialmente se puede decir que los itinerarios y la carga del trabajo, podrían ser algo pesados pero no es un asunto de una sola persona sino de todo un equipo de trabajo.

Lo siguiente es la observación del estado el cadáver, donde se clasifican elementos dentro del cuerpo antes de ser removidos. Posteriormente, el tanatopractor tendrá la responsabilidad de evitar la descomposición del cuerpo con habilidades de que ayuden a preservar al difunto por mayor tiempo.

Una vez se garantiza la conservación del cuerpo, es donde entra en juego el tanatoesteticista, el cual a partir de ese momento se encargará del “embellecimiento” del cadáver utilizando para ello técnicas de maquillaje, peluquería y estética en general con el objetivo de que el fallecido se presente ante sus familiares y amigos con el mejor aspecto posible

Lo realmente importante de todo esto, es que los familiares puedan concluir la despedida de su familiar o amigo de una forma que no cause tanto impacto el momento de darle el último adiós.

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