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Falleció Jacques Marette, mesías de la Tanatopraxia

Jacques Marette falleció el 8 de marzo, a la edad de 88 años. La tanatopraxia está de luto por la pérdida de su gran impulsor desde los años sesenta. Sentimos una gran tristeza por el fallecimiento de un referente indiscutible en el ámbito funerario.

La tanatopraxia consiste en la completa desinfección y preservación del cadáver. Se desarrollan y aplican métodos para su higienización, conservación, embalsamiento, restauración y reconstrucción. La finalidad principal es la buena conservación del cuerpo, evitando minimizar los efectos visibles del proceso de descomposición del fallecido.

Jacques Marette nació en 1928 en una familia que servía al sector funerario desde el siglo XIX. Su abuelo Louis Marette fundó la empresa parisina Hygeco International en 1887. Inicialmente, la compañía se dedicaba a la desinfección de ropa de cama de hospitales. Jacques Marette dio una vuelta de tuerca a Hygeco, desarrollando un nuevo proceso de conservación de cadáveres, denominado tanatopraxia.

Marette aprendió la práctica del embalsamamiento en Estados Unidos y en el Reino Unido e introdujo la práctica en Francia para humanizar los servicios de atención a la muerte.


Impulsó la tanatopraxia y  fundó el Instituto Francés de Tanatopraxia

El centro de formación, fundado en 1963, produjo un aumento considerable de la demanda en dicho ámbito funerario.

El crecimiento fue tan evidente que el gobierno francés cambió la legislación para regular la tanatopraxia en 1976.

En abril de 1970 creó la federación internacional FIAT-IFTA en Mónaco junto con André Chatillon. El prominente desarrollo internacional de FIAT-IFTA se debió a la gran labor de Jacques.

Su determinación en la promoción del embalsamamiento y la atención funeraria internacional, fue fundamental para la posición que ocupa actualmente FIAT IFTA en la industria internacional de funerales.

Marette también fue pionero en España en los años ochenta con la tanatopraxia moderna, junto con Joaquín Juvanet Sort, quien colaboró con Serveis Funeraris de Barcelona, y Josep Cornet, director gerente de SFB entre los años 1980 y 2004.

En los años noventa se presentaron los primeros cursos de tanatopraxia en Barcelona, formando a más trescientos alumnos.

Jacques Marette dejó la presidencia de la empresa Hygeco International en el año 2003, aunque mantuvo su puesto en la Junta de Supervisión de la compañía.

Ese mismo año recibió la placa conmemorativa de los primeros 10 años de Hygeco España.

En septiembre de 2008, anunció su salida de la dirección de la empresa, dejando el relevo a Henry Keizer.

En la actualidad, la empresa es proveedora de una gran variedad de productos funerarios, desde ataúdes y urnas hasta líquidos y estuches cosméticos, joyas funerarias y sacos para cadáveres. Hygeco también lidera el sector en la prestación de servicios a nivel internacional.

Jacques Marette fue pionero en España en los años ochenta con la tanatopraxia moderna

Desde aquí mandamos nuestro más sentido pésame a la familia Marette y allegados del fallecido.

Se nos ha ido un profesional referente del ámbito funerario, un hombre brillante que lideró la práctica de la Tanatopraxia a nivel mundial.

Jacques Marette es considerado como el mesías de la Tanatopraxia.

El próximo 25 de mayo, FIAT-IFTA dedicará un homenaje al fallecido en la Feria Internacional Funermostra de Valencia.

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Curso de Tanatopraxia y Tanatoestética
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Tanatoestética, una profesión con futuro

El funeral marca la vida de los familiares y más allegados de la persona fallecida. Sin tiempo para asimilar ni entender la pérdida, se enfrentan a una despedida dolorosa cara a cara.

Será la última imagen que permanecerá grabada en la retina de todos ellos.

La tanatoestética consiste en preparar, arreglar y maquillar al difunto para aliviar la carga de los seres queridos.

El incremento de fallecimientos ha propiciado el aumento del número de tanatorios y, por consiguiente, la necesidad de más trabajadores.

España registró en 2015 un total de 422.568 muertes, un 6,8% más que el año anterior, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).


Se estima que en los próximos diez años fallecerán cerca de tres millones de habitantes en territorio nacional.

La Tanatoestética está necesitada de profesionales

La demanda de trabajadores en el sector funerario contrasta con la falta de profesionales cualificados en el campo de la tanatoestética. Es la profesión del presente y del futuro.

Un trabajo bien remunerado de gran responsabilidad y exigencia.

Se necesita obtener una excelente formación para ser tanatoesteticista o tanatoestético. La Fundación General de la Universidad Complutense de Madrid certifica el curso de especialista en Tanatos Formación, escuela líder en tanoestética.

Los tanatoestéticos se encargan de aplicar una serie de técnicas sobre el cuerpo del fallecido para su restauración, reconstrucción y cuidado estético.

La finalidad consiste en disimular u ocultar las secuelas físicas visibles tras el fallecimiento, con el consiguiente desgaste del organismo.

Los especialistas en la materia asumen una gran responsabilidad.

Sus labores se rigen por el respeto, la sensibilidad y la destreza.


Tanatoestética, una profesión en auge.

La profesión de tanatoesteticista exige un alto grado de conocimiento en la materia, y mantenerse actualizado en las nuevas técnicas a través de los cursos acreditados para ser profesional tanatoestético.

El tratamiento mortuorio es esencial para familiares y amigos del difunto.

Su importancia es incuestionable en la actualidad, tanto en términos legales como personales. Los familiares necesitan comprensión, apoyo y una despedida digna de la persona fallecida.

La tanatoestética cumple la función social de conservar y preservar el buen aspecto del difunto para disminuir el dolor durante el velatorio.Se debe minimizar la impresión que pudiera causar el cadáver a los presentes.

Los especialistas procederán a vestir al fallecido con la ropa elegida por sus familiares o por el propio difunto según testamento.

La importancia de la imagen exterior ha crecido considerablemente en nuestra sociedad.

Cada vez hay más personas que se preocupan por cómo se verán en sus funerales.

Desean ser vistos por última vez con un determinado peinado, vestido, calzado, o ser enterrados con objetos de gran valor sentimental.

A modo de ejemplo: algunas personas reflejan el deseo de portar la camiseta de un determinado equipo, o bien llevar el vestido o traje de bodas.

Los tanatoesteticistas se encargan de afeitar, peinar, disimular las ojeras y moratones, y de cortar o pintar las uñas del fallecido.

La función de ocultar las imperfecciones o deterioro del cuerpo resultará compleja en casos de accidentes y enfermedades devastadoras.

En algunas ocasiones, se utilizan ceras de látex para poder reconstruir los estragos que están en las zonas visibles.

El último paso a seguir es el maquillaje del fallecido para aliviar el dolor de sus familiares.

El difunto debe mostrarse de la forma más elegante posible, evitando cualquier señal de sufrimiento en su rostro.

Lamentablemente, no en todos los casos es posible, ya que depende del tipo de enfermedad o accidente sufrido.

Los profesionales de la tanatoestética son primordiales en nuestra sociedad. Garantizan un velatorio digno tanto para el fallecido como para sus más allegados.

Todos tenemos derecho a un último adiós en condiciones, y para ello es necesario disponer de más trabajadores especializados en el sector funerario.

Para más información sobre formación en Tanatoestética,  puedes llamarnos al teléfono: 911 388 999.

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