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¿Para qué sirve el formol? Usos y aplicaciones

El formol es una sustancia que muchas personas lo asocian y lo relacionan con procesos funerarios, y no están del todo equivocadas, sin embargo, este compuesto tiene muchas otras aplicaciones y que van más allá del embalsamamiento de cuerpos.

Si quieres saber qué es exactamente, cuáles son sus aplicaciones y para qué sirve el formol, sigue leyendo este artículo donde desde Tanatos Formación, Centro de Formación de Tanatopraxia y Tanatoestética en Madrid, Sevilla, Málaga y Santiago de Compostela, te explicamos exactamente en qué consiste.

¿Qué es el formol?

Comencemos por entender que el formol usado en el embalsamamiento de un cuerpo es una disolución al 40% del formaldehido, un miembro de los aldehídos altamente reactivo debido a sus fuertes propiedades electrolíticas. Es venenoso, incoloro, picante y de bajo peso molecular, que puede pasar rápidamente a la fase gaseosa a temperatura ambiente, puede arder y disolverse muy bien en agua, alcohol y otros solventes. Todos sabemos que el formol se utiliza para la conservación de muestras biológicas y también en el embalsamamiento de cuerpos, pero también tiene otros usos.

¿Para qué sirve el formol?

El formol es una sustancia que se encuentra en pequeñas cantidades en todas las células humanas, pero se excreta a través de la orina, las heces y la respiración convirtiéndose en dióxido de carbono.

Del mismo modo, esta sustancia química es muy utilizada por sus propiedades, sobre todo en la industria química, ya que es un material económico que sirve para varias reacciones químicas. También sirve para:

 

  • La fabricación de productos de madera.
  • La elaboración de resinas.
  • La preparación de otras sustancias empleadas en cosméticos, medicinas, entre otros.
  • El almacenamiento de muestras biológicas y en la momificación, ya que endurece las proteínas y evita que se descompongan.

 

Realmente el formol es un compuesto muy utilizado en la parte industrial, automotriz y diversas áreas de la medicina. Sirve para la construcción de contrachapados, tableros aglomerados, materiales aislantes, pinturas y materiales plásticos, industria textil, alfombras, muebles, revestimientos de paredes y productos de limpieza para el hogar.

¿Cuáles son los usos y las aplicaciones del formol?

Hay que resaltar que el formol ocupa un lugar importante en el campo de la medicina, se utiliza en el laboratorio de histología y patología durante la etapa de fijación de los tejidos. También se emplea para la estructura de los recubrimientos en odontología y como conservante en algunos medicamentos, por ejemplo, la solución utilizada en la unidad de hemodiálisis contiene formol. Entre sus aplicaciones más comunes en medicina encontramos las siguientes:

  • Es utilizado en la conservación de granos, abono de semillas, desinfección de suelos…
  • Conservante en jabones, detergentes y agentes de limpieza contra la contaminación microbiana.
  • Es un aditivo en endurecedores de uñas, productos para la higiene bucal, maquillaje, crema de manos y crema de afeitar.
  • Biocida para látex, aditivo adhesivo y aditivo antioxidante también para caucho sintético.

Aunque el formol es utilizado en muchos ámbitos, no hay que dejar de mencionar que tiene un efecto dañino e incluso tóxico para muchos tejidos y órganos del cuerpo, por eso es necesario mantener la concentración por debajo del límite permitido en entornos de trabajo. A pesar de todos los efectos nocivos, el formol sigue siendo una sustancia muy utilizada en todo el mundo, debido a su buena y barata obtención.

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Diferencias entre embalsamamiento y conservación transitoria

Cuando se va a preparar un cadáver, ya sea para su identificación o velatorio, es necesario emplear algunas técnicas que permitan su conservación.

La conservación transitoria y el embalsamamiento son procedimientos empleados en la preparación de un cuerpo. Ambos, aunque son similares (cumplen el mismo fin: conservar el cadáver), tienen diferencias puntuales que a te explicamos a continuación.

Embalsamamiento

Desde la Antigüedad, el embalsamamiento es utilizado para conservar los cadáveres. Anteriormente, se empleaban otras sustancias, pero con el mismo fin.

Esta técnica se emplea en cadáveres que requieren ser expuestos por más de 72 horas. Es necesario aplicar sustancias químicas en mayor cantidad y concentración, con la finalidad de impedir el proceso de descomposición.

Conservación transitoria

La conservación transitoria, como su propio nombre indica, es un proceso momentáneo, que se emplea para retardar la putrefacción del cuerpo. Tiene varios procedimientos, como la refrigeración, la congelación y el uso de químicos en menor cantidad y concentración.

Normalmente, se utiliza en cadáveres que pasarán entre 48 y 72 horas entre el velatorio y el traslado hacia su destino final, ya sea la inhumación o la cremación.

Diferencias entre embalsamamiento y conservación transitoria

Ambas técnicas se emplean en cadáveres pero, tienen varias diferencias:

  1. El embalsamamiento es una técnica que impide el proceso de putrefacción y la conservación transitoria solo retrasa la descomposición en un lapso de tiempo
  2. El embalsamamiento requiere de la aplicación de sustancias químicas en una mayor concentración y el uso de formol es inevitable, sobre todo en los casos de repatriación. En la conservación transitoria se utiliza menos concentración y se pueden emplear otros productos.
  3. Ambas técnicas de conservación requieren permisos de la autoridad sanitaria. Pero, si se solicita el traslado del cadáver al extranjero, será necesaria otra documentación legal más compleja para realizar el embalsamamiento.
  4. El embalsamamiento se aplica con frecuencia en muertes por accidentes de tráfico, aéreos y quemaduras, donde quedan fragmentos dispersos y no se puede practicar ningún tipo de inyecciones. Se utilizan sustancias en polvo que permiten su conservación.
  5. Para un funeral más ecológico, donde las sustancias químicas no tengan ningún contacto con el ambiente, se pueden emplear técnicas de conservación transitoria como la congelación o la refrigeración. Sin embargo, estas técnicas acortan el tiempo de exposición del cadáver.
  6. El embalsamamiento se emplea con frecuencia en personalidades reconocidas que requieren un velatorio de varios días, como por ejemplo, miembros del gobierno o líderes religiosos.
  7. Para el caso de recién nacidos se emplea la conservación transitoria colocando una inyección con menos volumen que el de los líquidos conservantes.
  8. El embalsamamiento permitirá conservar el cadáver por más tiempo sin sufrir signos de descomposición, algo que no puede lograrse con las técnicas de conservación transitoria.
  9. En algunos países, el uso de formol está prohibido y solamente se emplea para casos de traslados al extranjero. Es decir, que la conservación transitoria es el único procedimiento empleado en la preparación de cadáveres.

Finalmente, tanto el embalsamamiento como la conservación transitoria son procedimientos necesarios para la preparación de cadáveres. A pesar de sus diferencias, buscan el objetivo de conservar el cuerpo de manera natural para que los familiares y amigos le den el último adiós.

 

Técnicas para embalsamar un cadáver

Las prácticas de conservación de un cadáver han sido utilizadas desde hace siglos con el fin de mantener en buen estado el cuerpo, sin que este llegue a descomponerse en su totalidad. Así, estará en las condiciones requeridas para ser tolerado por las personas que estén a su alrededor.

Aunque este tipo de prácticas han sido utilizadas por los seres humanos desde hace años, la metodología y los diferentes tipos de sustancias que se aplican a los cadáveres, han cambiado con el paso del tiempo. En la actualidad, se busca una técnica más potente, fuerte y duradera. Esto se logra con fuertes químicos conservantes, resinas y colorantes para mantener un buen aspecto de la piel.

El método antiguo de embalsamamiento

Antes de realizar cualquier alteración del cadáver, es necesario lavar el cuerpo con sustancias químicas y germicidas para eliminar cualquier bacteria que pueda generar efectos adversos en el cuerpo.

Además, se deben limpiar los orificios de la nariz y la boca para luego colocar algodones en ambas partes, y así evitar que salgan fluidos que puedan ser desagradables al olfato. Después, se sutura la boca para prevenir que el cuerpo se contamine por factores externos.

Tras el proceso de limpieza del cadáver, el siguiente paso es un masaje en todo el cuerpo, para que así se pueda disminuir de manera considerable la rigidez que el mismo adquiere tras la muerte. El único fin  es que el aspecto físico del difunto mejore, lo que se requieren cremas y aceites que humedezcan la piel.

Al alcanzar las condiciones óptimas, se procede a hacer un vaciado del cuerpo. Primero, se hace una incisión en la arteria principal para extraer toda la sangre del cuerpo; para posteriormente, introducir el bálsamo, que normalmente se compone de formol, agua y productos químicos que ayudan a una mejor conservación.

También se utilizan conservantes, fijadores, germicidas y colorantes en el proceso de vaciado de la sangre. Esta se sutituye por el líquido de embalsamamiento, mediante bombas de inyección y aspiración.

El colorante es uno de los elementos principales a la hora de hacer un embalsamamiento, ya que ayuda a que el cuerpo se recupere y adquiera un tono natural. Así, se evita que el cadáver tenga ese típico color azulado o lívido, totalmente normal tras la muerte.

Las sustancias conservantes o productos químicos son los elementos que evitan la putrefacción de los tejidos del cuerpo, mientras que los germicidas evitan que se generen hongos o moho. En el caso de las bacterias, la persona encargada del embalsamamiento emplea grandes cantidades de alcohol, glicerol y formalina para combatirlas. Estos químicos son esenciales para matar cualquier bacteria que pueda infectar el cuerpo.

De estar dañados los órganos por enfermedades como cáncer o diabetes, el líquido se inyecta de manera directa en el mismo para evitar su descomposición. Si el cuerpo se encuentra hinchado por la quimioterapia o los medicamentos, el tanatopractor debe emplear sustancias para la eliminación de los líquidos que provocan la hinchazón.

Tras verificar que los órganos se encuentran debidamente embalsamados, se procede a perforar el intestino grueso, la vejiga, el estómago y los pulmones, para ser llenados con la sustancia química correspondiente.

Por último, entra en juego la tanatoestética. El tanatoesteticista se encarga de dar “vida al cuerpo”, es decir, mejorar el aspecto de la piel, así como la cara, el cabello, las manos y las uñas.

Es de relevancia saber, sobre todo para aquellas personas que emplean estas técnicas de conservación, que un cuerpo embalsamado necesita de un cuidado constante, en un ambiente frío y poco húmedo.

El nuevo método: plastinación

En la actualidad, uno de los métodos más utilizados dentro de la tanatopraxia es la llamada plastinación. No solo consiste en la conservación del cuerpo, sino que que también permite al cadáver estar en buenas condiciones por mucho tiempo. Por lo tanto, no se requieren muchos cuidados especiales para mantenerlo y que no se descomponga, lo que diferencia esta técnica del método de embalsamamiento.

Para llevar a cabo la plastinación, hay que seguir una serie de etapas:

El primer paso es la inyección de formaldehido en el cuerpo, que tiene como función evitar el endurecimiento del mismo. Esta fase se puede definir como preparatoria, ya que permite que el cadáver esté en las condiciones necesarias para que la plastinación sea exitosa.

Como segundo paso, se retira el líquido del interior del cuerpo. Para hacerlo, es necesario sumergirlo en un baño de acetona fría, pues la principal idea es reemplazar el agua del cuerpo por la acetona, que evita que el cuerpo se descomponga debido a bacterias presentes en el mismo.

El tercer paso es una inmersión en polímeros, ya sea silicona elástica, poliéster o resina de epoxi. Se debe calentar el líquido, para que así, la acetona que se encuentra dentro del cuerpo elimine las células corporales. Finalmente, el organismo se irá llenado con el polímero empleado con anterioridad por sí solo.

Como paso final, el cuerpo debe ser sellado. Para ello, se utiliza una pistola de rayos ultravioletas que endurecen el plástico que se encuentra dentro del cuerpo, dando como resultado una conservación perfecta y duradera.

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