Tanatopraxia, el arte de convivir con la muerte

Desde la existencia del hombre, la muerte ha sido todo un misterio. Observar como una persona pierde su vivacidad y se queda en estado inerte, no deja de llamar la atención de las personas a su alrededor.

Cientos de historias se tejen a diario con respecto a la muerte, la delgada línea que existe entre la vida y la muerte, ha generado un sinnúmero de historias, creencias e ideas, que logran mantener alejadas a la mayoría de las personas de todo tipo de profesión que esté relacionada con la misma.

Desde tiempos inmemoriales, las personas han sentido pánico por la muerte. Observar el cadáver de una persona descomponiéndose, era algo que les generaba incertidumbre y desolación, es por este motivo que recurrieron a enterrarlos.

 

Muchas de las culturas pasadas, creían fielmente en la resurrección, por eso, empezaron a darle un trato de preservación a los cuerpos de sus seres queridos, para que se mantuvieran intactos en el más allá.

Los egipcios fueron los primeros en realizar prácticas de tanatopraxia, ya que según la historia, Seth asesinó a su hermano Osiris y lo dividió en 14 pedazos, lanzándolos al río Nilo.

La esposa de Osiris, llamada Isis, recuperó cada uno de los trozos de su amado, y le encargó la difícil tarea de reconstruirlo y embalsamarlo a sus hijos Anubis y Neftis, para que los dioses reconocieran a Osiris en el más allá y le dieran el paso a la tierra sagrada del descanso y la eternidad.

Tanatopraxia una profesión en auge

Hoy en día, la Tanatopraxia, es una profesión que la mayoría de las personas desconoce, pero que paradójicamente todos debemos hacer frente a ella en algún momento, cuando nuestra vida se extinga.

¿Para qué sirve la tanatopraxia?

La finalidad de esta profesión, es específicamente preparar de la mejor manera un cadáver con el fin de darle un aspecto agradable, sin señales de dolor o sufrimiento en el caso de haber padecido una enfermedad o sin muestras de moretones o heridas que hayan ocasionado precisamente la muerte.

Perder un ser amado es un proceso increíblemente doloroso, que será más llevadero en el momento de observarlo simplemente como si estuviera dormido, ya que el subconsciente asume que en cualquier momento volverá, como una forma de engañar a la mente consiente y así no sienta tanto dolor.

La tanatopraxia y tanatoestética, son dos profesiones que convergen de forma simultánea.

Por un lado, la tanatopraxia, relaciona una serie de procedimientos especiales para tratar de forma interna la descomposición natural del cuerpo por medio de sustancias químicas, la extracción de la sangre, los gases y la inyección de químicos evitando el estado de putrefacción que le sigue al cuerpo cuando la persona fallece.

La tanatoestética, busca crear una imagen positiva del fallecido, ya que después del proceso realizado en la tanatopraxia, se empieza a dar identidad al cuerpo del difunto, recuperando inicialmente su expresión facial, la reconstrucción del rostro y las manos si es necesario.

La aplicación de un maquillaje y un color que sea sutil y pueda asemejar al difunto a un estado de profundo sueño, donde los familiares y amigo cercanos puedan despedirlo con tranquilidad.

Es debido a esas prácticas de sensibilización que depende el gran futuro de la tanatoestética.

¿Cuáles son los procedimientos realizados por un tanatopractor?

  • Lo primero es el aseo del cadáver al someterlo a un baño general.
  • La desinfección por medio de químicos que evitan la descomposición rápida del cuerpo es lo ideal.
  • Se evacúa la sangre por medio de una pequeña incisión en la arteria carótida, axilar o femoral y posteriormente por ese mismo orificio, se inyecta la sustancia que preservará el cuerpo del difunto.
  • El profesional de este ámbito, debe procurar la restauración y reconstrucción del cadáver, ya que muchos de ellos quedan en un estado verdaderamente lamentable. El color piel, las mascarillas y el látex, ayudan de forma determinante en la apariencia.
  • Finalmente el maquillaje, logra disimular moretones, ojeras y cualquier aspecto que desmejore la apariencia física del occiso.

 

Dos aspectos para tener en cuenta

La bioseguridad: El hecho de trabajar con cadáveres, sugiere tener precaución ya que existe una posible fuente de infección, pues todo cadáver es considerado como un elemento infectocontagioso. Por este motivo el profesional dedicado a la tanatopraxia, debe tener a la mano todo un equipo que preserve su integridad física como batas clínicas, mascarillas, guantes y gafas.

Es realmente importante que se elabore un protocolo que siga al pie de la letra una serie de procedimientos y técnicas para la desinfección y utilización correctas de todos los elementos de bioseguridad en un laboratorio o un ambiente que sea idóneo para este fin.

La demanda de la profesión: Cuando una persona realmente tiene vocación para este tipo de profesión, pensarlo dos veces es una pérdida de tiempo y dinero, ya que la muerte deja a diario clientes y personas que buscan desesperadamente darle el último adiós a su ser querido de forma digna.

 

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