Tipos de féretros

Cuando una persona fallece, una de las principales preocupaciones que tienen los familiares es encontrar el féretro o ataúd adecuado para su familiar. Debemos resaltar que es uno de los aspectos más costosos dentro el sepelio y aun así, uno de los más necesarios, pues la ley prohíbe el transporte o inhumación del cadáver sin el correspondiente féretro.

Legalmente hablando existen tres tipos de féretros: El común se utiliza cuando la conducción del cadáver entre el lugar del fallecimiento y en lugar de su inhumación o incineración se hace dentro de la comunidad autónoma. El especial está compuesto por dos cajas, una exterior de madera maciza con dos centímetros de grosor y una interior de láminas de zinc de 0.30 mm mínimo de grosor sueltas entre sí y por último están las cajas de restos, éstas deben ser metálicas o cualquier otro material impermeable y ninguna entrada, deben tener una dimensión mayor a los restos o miembros amputados que vayan a acoger.

Ataúd y Féretro, parecidos pero no iguales

Existe diferencias marcadas entre féretro y ataúd, la más evidente está a plena vista en su diseño. Un ataúd generalmente tiene una forma hexagonal, mientras que el féretro tiene una forma rectangular.

El ataúd fue ideado para ahorrar costos de material, se estrecha la zona inferior donde quedan los pies y en la parte superior a la altura en la espalda y hombros es más ancho. Los ataúdes se fabrican en madera con detalles en aluminio o acabados de lámina, por estas razones es posible escribir breves mensajes en este tipo de cajones, cuenta con estibadores metálicos a cada lado para facilitar su transporte.

El féretro por su parte está generalmente forrado y acolchados, posee una tapa de vidrio en la parte superior, esto permite a los familiares ver al difunto del torso para arriba durante el funeral. Los féretros se confeccionan en muy diversos materiales, más que nada en función del tipo de traslado del finado, pueden ser acero inoxidable, bronce, caoba, entre otros.

Féretros especiales

Son usados cuando la persona fallecida ha tenido una muerte anormal, generalmente por enfermedades como el cólera, difteria, peste, carbunco, fiebre Q, fiebres hemorrágicas causadas por un virus de las familias Arbovirus y Arenavirus. También se utiliza para casos donde la persona ha fallecido por contaminación por radiación o productos radiactivos. Por ultimo son usados en los casos donde se ha utilizado técnicas de embalsamamiento o conservación transitoria, todos estos casos deben ser trasladados en féretros especiales.

Por ley el contenido de un féretro debe ser exclusivamente el de un cadáver para el que se haya autorizado la inhumación, a excepción  de madres y criaturas abortivas, víctimas de grandes catástrofes o anormalidades epidemiológicas, en estos casos las autoridades sanitarias deben decidir cómo proceder al respecto.

Las modas y los colores también se hacen presentes en los féretros, por lo cual es posible elegir colores y materiales, incluso aquellas personas con más capacidad económica pueden encargar un féretro que consideren que representa de mejor manera las cualidades, aficiones y personalidad del fallecido. Se han visto casos donde pueden ser féretros con colores de equipos de fútbol, colores favoritos u otro tipo de personalizaciones.

Esperamos que esto te ayude a entender un poco más la diferencia entre uno y otro cajón y que llegado el momento puedas elegir lo que mejor se adapte sus necesidades.

Fuente: https://www.consumoteca.com

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