Catalepsia, la enfermedad de la muerte viviente

Alrededor del mundo se han visto casos donde entierran a personas que aún están con vida, pero en el momento en el que fueron notificados como muertos, en realidad no lo estaban. Este tipo de casos se les conoce comúnmente como catalepsia “la enfermedad de la muerte viviente”.

¿Qué es la catalepsia?

 La catalepsia o muerte aparente, es un trastorno imprevisto que sufre el cuerpo y el sistema nervioso, que se caracteriza por la pérdida momentánea de la movilidad en el cuerpo (voluntaria e involuntaria) e incluso de la sensibilidad en él. Este trastorno es básicamente un estado en el cual la persona reposa inmóvil, como si estuviera muerto, debido a que no genera ningún tipo de signos vitales, cuando en realidad se encuentra en un estado consciente e inconsciente, ya que las personas que pueden padecer de esta enfermedad pueden estar conscientes de lo que sucede a su alrededor pero no puede emitir ningún tipo de movimiento sin reproducir signos vitales, así como también puede estar en un estado de inconsciencia sin tener noción de lo que sucede en su entorno.

La catalepsia, es un trastorno que se genera principalmente, en las personas que sufren de epilepsia, mal de Parkinson, histeria, esquizofrenia, entre otros tipos de psicosis. Aunque, cuando sucede este tipo de situaciones, regularmente, se le caracteriza como un fallecimiento inmediato cuando no lo es, ya que este estado puede durar minutos, horas y en el peor de los casos, días en este estado. La magnitud de este trastorno es alarmante porque la persona que es afectada por esta enfermedad, podría ser sepultada estando con vida y despertar en cualquier momento cuando ya esté enterrado.

La catalepsia a través de los años

Entre los 80’s y 90´s se registraron muchos casos alarmantes de personas que habían sido enterradas vivas, porque en algunos casos no mostraban signos vitales que demostraran lo contrario. Al no existir las tecnologías con las que contamos hoy en día, era un asunto totalmente difícil de predecir, por lo que en aquellos años se crearon los “ataúdes de seguridad” que contenía banderas, respiradores o campanas, en caso de que el “cadáver” que fue sepultado estuviera aun con vida.

Los avances tecnológicos por los que ha atravesado la humanidad han sido un rayo de sol para estos casos, puesto que con maquinas altamente calificadas permiten que los médicos sepan con exactitud si la persona falleció o no. Estos procedimientos los pueden corroborar haciendo un electrocardiograma o un electroencefalograma al paciente que sufra este trastorno y así evitar malos entendidos que serían perjudiciales. A raíz de estos avances tecnológicos, se pudo constatar, realizando la exhumación de varios cadáveres, que en realidad muchas personas a través de los años fueron sepultados estando vivos, después de que el médico tratante diera el veredicto de que sus presuntas muertes. Aunque esta nueva tecnología no es infalibre puesto que en España hace poco se conoció un caso de un preso que aparentemente había fallecido y despertó en la morgue o depósito de cadáveres justo antes de que le comenzaran a realizar la atuopsia.