¿Qué es el estado post mortem? ¿Qué cuidados se precisan?

Cuando cesan las funciones vitales del organismo de una persona, comienzan a ocurrir una serie de degradaciones biológicas que se conocen como estado post mortem.

A partir del fallecimiento, comienza un proceso de descomposición gradual y sistemática que involucra enzimas, bacterias u otros elementos biológicos que se conocen como fenómenos cadavéricos y que llegan hasta la corrupción total del cadáver.

En la mayoría de las culturas, se realizan una serie de ritos funerarios con la finalidad de reunir a las personas allegadas al difunto y a acompañar a la familia en un momento, por lo general triste o de mucha conmoción.

Estos ritos funerarios, involucran el velatorio del cuerpo del difunto. Es ahí, donde la tanatopraxia y tanatoestética, toma lugar en la preparación y cuidados de un cadáver, con el fin de detener el proceso de descomposición y dar un aspecto digno al difunto.


Cambios en un cuerpo en el estado post mortem

Hay diferentes etapas en el proceso de degradación de un cadáver. Existen una serie de procesos que se definen en relación al tiempo en inmediatos, mediatos y a largo plazo. Nos concentramos en los cambios en el corto plazo, los cambios más significativos pueden ser:

  • Rigidez: En la primera etapa del fallecimiento comienza un estado que se conoce como espasmo cadavérico y que se evidencia más notoriamente en las articulaciones de manos, brazos, pies y piernas. Transcurrido un periodo entre 3 a 6 horas, comienza en proceso denominado rigor mortis y que contempla una retracción de la musculatura del cadáver, suponiendo una rigidez generalizada del cuerpo. Este proceso desaparece naturalmente entre las 20 a 36 horas luego de la muerte.
  • Enfriamiento: El cese de las funciones metabólicas y de producción de energía, elimina inmediatamente la capacidad de regulación térmica del cuerpo. En estados “normales” el cuerpo humano posee una temperatura que ronda los 36ºC, el cadáver se irá enfriando hasta equiparar su temperatura con la temperatura ambiental, en un proceso denominado algor mortis.
  • Deshidratación: Por efecto de la evaporación, el agua contenida en el cuerpo, irá desapareciendo, deshidratando el cuerpo. Sus signos más evidentes son el apergaminamiento de la piel, la aparición de manchas escleróticas y la pérdida de la transparencia de la córnea.
  • Hipóstasis: El cese del flujo sanguíneo como efecto inmediato de la paralización del corazón, producirá acumulaciones de sangre en órganos internos. El tono de la sangre se torna en un color púrpura oscuro.
  • Autolisis: La degeneración de las células orgánicas, provoca un efecto de autodestrucción inducido por una fermentación enzimática del cuerpo. Su signo más visible es la necrosis de la piel.
  • Lividez cadavérica: La interrupción del flujo sanguíneo, hace que la sangre se desplace, por efecto de la gravedad, hacia los puntos de apoyo del cadáver, apareciendo manchas de tono rojizo, púrpura o café.
  • Putrefacción: El organismo comienza un proceso de fermentación bacteriano, el cual no cesa hasta la fase esquelética en la que los tejidos blandos se descomponen dejando el esqueleto expuesto.

Cuidados en el período post mortem

En la tanatopraxia, se deben tener en cuenta muchos factores previos al proceso de preparación del cuerpo para su posterior exposición en los ritos funerarios. 

La primera de las tareas del tanatopractor, es realizar las revisiones legales concernientes a la comprobación legal, en este sentido debemos:

  1. Comprobar la identidad del difunto: Se debe tener una positiva comprobación de la identidad del difunto mediante su DNI, Pasaporte y otros documentos identificativos
  2. Comprobar el Certificado de Defunción: El certificado de defunción debe contener la identidad del fallecido, sus datos personales y la causa de muerte. Debe estar debidamente registrado ante la autoridad competente.
  3. Se deben seguir todos los pasos legales concernientes a la observación y preparación según los protocolos de acción.
  4. Se debe disponer del área, materiales y herramientas necesarias para la intervención según la normativa vigente.
  5. Se debe contar con la autorización de los familiares a realizar las maniobras, técnicas y procedimientos para la conservación, embalsamamiento y/o preparación estética del cadáver.

En torno a lo relativo a la preparación física del cuerpo, se debe consultar con los familiares o allegados al difunto, sus deseos en lo relativo a vestimenta, reconstrucción y/o procedimientos especiales que se requieran.

En algunos casos, la preparación del cuerpo puede requerir de algún tipo de procedimiento especial, tanatoplastia, embalsamamiento u otro tipo de maniobras especiales de conservación o tanatoestética, es primordial comunicar este tipo de procesos a los familiares a fin de contar con su aprobación.

El estado post mortem, es una etapa de grandes cambios físico-químicos en la composición de un cadáver, es importante tener en consideración que la tanatopraxia inicia una carrera contra el reloj biológico del proceso natural de descomposición, por lo que debemos actuar de la manera más rápida, eficiente y segura posible.

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