Donación de órganos, preguntas frecuentes
Una de las mayores inquietudes de la historia de la humanidad ha sido la incertidumbre que implica la muerte. La muerte en un hecho inequívoco de la vida y la posibilidad de trascender es una de las mayores incertidumbres del ser humano.
Los avances exponenciales de la ciencia, han logrado que mediante la donación y el trasplante exitoso de órganos, se pueda dar vida aún después del fallecimiento de una persona.
A partir de la segunda mitad del siglo XX, la estadística de trasplantes exitosos provenientes de una persona que ha fallecido, ha ido incrementando de manera sostenida y positiva en muchos países del mundo.
Según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, España lidera la estadística mundial como el país con mayor número de órganos donados y trasplantados anualmente. Sin embargo, aunque tenemos una alta tasa de donación de órganos, existen aún muchas inquietudes en relación a su proceso e importancia.
Las 5 inquietudes más frecuentes en relación a la donación de órganos
¿Todos podemos ser donantes?
En general, la respuesta es sí. No obstante, las condiciones del deceso de una persona pueden determinar la posibilidad de que los órganos puedan ser donados y/o trasplantados con éxito.
- En primer lugar, se debe haber realizado un consentimiento expreso para la disposición de los órganos después de la muerte, aunque en este sentido, la legislación española prevé que cualquier persona es un donante a menos que expresamente haya dispuesto su negativa.
- En segundo lugar, la circunstancia de la muerte debe haberse producido en una unidad de cuidados médicos capacitada para la inmediata preservación del órgano a trasplantar.
- En último lugar, se deben realizar una serie de pruebas médicas a fin de determinar la factibilidad y el alcance de la donación, pues esta puede ser total o parcial.
¿Se pueden donar todos los órganos?
Los trasplantes de mayor incidencia a ser trasplantados con éxito a partir de un donante muerto son: Corazón, riñones, hígado, intestinos, estómago, córnea, páncreas y pulmones.
Del mismo modo, se pueden realizar aportes parciales de tejidos de huesos, musculatura, piel o válvulas cardíacas.
Existe la posibilidad, que la persona en vida haya decidido que no se use para donación algún órgano en específico, en este caso el equipo médico consultará con los familiares y serán quienes ratifiquen la decisión, de no haber alguna disposición legal previamente establecida.
¿Quién decide si soy donante?
Puede que hayamos manifestado nuestro deseo a ser donantes de órganos mediante el alta en el sistema y poseer la tarjeta de donante. Sin embargo, desde el punto de vista legal, poseer la tarjeta de donación no confiere una autorización expresa al equipo médico, sin la debida autorización escrita por parte de los familiares del fallecido.
La firma de este documento de carácter legal, denominado consentimiento familiar, autoriza plenamente al equipo hospitalario a proceder con la extracción, preservación y posterior transplante de uno o varios órganos.
¿Quién va a recibir mis órganos?
Es una pregunta bastante compleja. En términos generales, no se considera que todos los órganos vayan a un solo receptor. El sentido de la urgencia se aplica en la distribución de un candidato a recepción de algún órgano. En primer lugar se debe establecer la compatibilidad entre donante y receptor, mediante una serie de pruebas médicas.
El método de selección del receptor se aplica en relación a la necesidad jerárquica, es decir, se evalúa en primer lugar la compatibilidad con aquellos pacientes que lo requieran con mayor urgencia.
¿Todas las donaciones son después de la muerte?
No todas las donaciones ocurren después de un fallecimiento, podemos hacer muchas donaciones aún estando en vida. Existen muchas posibilidades de donación parcial o total de órganos, sin afectar nuestra salud.
La técnica médico-quirúrgica, ha permitido que puedan donarse a partir de pacientes vivos:
- Uno de los dos riñones
- Uno de los dos lóbulos del hígado
- Partes de pulmones, páncreas e intestinos
- Sangre total, suero, globulos rojos y blancos
- Médula ósea
- Tejido óseo
- Partes de tejido dérmico y epidérmico
- Partes de la musculatura
- Sangre del cordón umbilical
Para ello, se deben realizar una serie de estudios médicos a donador y receptor a fin de determinar compatibilidades, posibilidades de rechazo y estado general del órgano. La donación de órganos es quizás, el acto más altruista y de solidaridad con otro ser humano que pueda realizar una persona. Implica que aún después de la muerte, podemos alargar o mejorar la vida de una persona que, en muchos casos, es un completo desconocido.
Si queremos ser un donante de órganos, debemos dirigirnos a la oficina de la Organización Nacional de Trasplantes más cercana a nuestro domicilio y solicitar la tarjeta de donante. Debemos igualmente recordar que se debe expresar a nuestros familiares el deseo de ser donantes de órganos en el momento del fallecimiento.
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