Alteraciones Postmortem: Fenómenos Cadavéricos

De forma técnica, la muerte no es más que otro diagnóstico dentro de la medicina y puede definirse como la ausencia absoluta de respuesta a estímulos externos, signos vitales y ausencia de movimientos espontáneos y respiratorios. Desde un punto de vista un poco más social, la muerte es un acontecimiento más complejo, pues no solamente afecta a la persona que fallece, sino también a sus familiares y allegados.

Hoy queremos ver un poco más a fondo el punto de vista biológico de la muerte, veremos un poco lo que sucede en el cuerpo al morir, iniciando una cantidad de alteraciones que suelen llamarse fenómenos cadavéricos.

Fenómenos cadavéricos comunes

Posterior al deceso, la morfología y el aspecto del cadáver se modifican y deteriora o en algunos casos se conserva de forma progresiva, debido a la presentación de fenómenos como la hipostasis, lividez, rigidez, enfriamiento, entre otros que hacen presencia en el momento de la muerte.

Existen también alteraciones que se presentan debido a la acción de factores externos tales como condiciones ambientales, daños que ha sufrido el cuerpo antes y después de la muerte, entre otros. Todos estos fenómenos son importantes por varias razones una de las principales es porque ayuda a determinar la hora aproximada de la muerte de la persona. Dependiendo de ciertas condiciones se dividen en dos, fenómenos cadavéricos destructores y fenómenos cadavéricos conservadores.

Fenómenos destructores

Los destructores tienen clasificación propia, entre ellos podemos encontrar signos de destrucción temprana como la deshidratación o la lividez y los signos tardíos como la autolisis y la putrefacción.

Estos fenómenos empiezan en el momento de la muerte y son aquellos procesos que se desencadenan en el cuerpo y la cantidad de reacciones que tienen los órganos primarios, empezando a generar descomposición temprana, todo esto producido por la falta de actividad celular. Los fenómenos cadavéricos tardíos son aquellos que se presentan después de varias semanas, meses o incluso años y es donde se presenta la putrefacción y la autolisis.

Fenómenos conservadores

De esto hablaremos más extensmente en otro artículo ya que es muy interesante. Se trata de  fenómenos conservadores del cadáver. Podemos decir que tienen dos formas, la primera es aquella donde el hombre interviene para conservar el cuerpo de forma tal que pueda verse bien por mucho tiempo y la segunda es aquella que se presenta de forma natural y se presenta por condiciones externas que retardan y detienen la putrefacción de un cadáver.

Dentro de estas podemos encontrar la momificación, la corificación, la adipocira o saponificación y la congelación. Existen técnicas para la conservación de cadáveres que en la actualidad son aplicadas por personas y profesionales en la tanatopraxia y tanatoestética, pero el trabajo de estas es mantener el aspecto de la persona durante un limitado lapso de tiempo, en general para que las personas pueden llegar a despedir a su ser querido.

Debemos aclarar que en algunos casos los fenómenos conservadores no son indefinidos y puede llegar a pasar que después de un largo tiempo de conservación del cuerpo, este siga de alguna forma con el proceso de putrefacción.

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