Las muertes más extrañas de la historia

La muerte es un suceso imprevisto. Aunque todos sabemos que puede suceder en cualquier momento, nunca estamos preparados para afrontarla.

Hay muertes que están envueltas en circunstancias totalmente atípicas y se producen de maneras impensables e insólitas. Acompáñanos en este repaso por las muertes más extrañas de la historia.

La extraña muerte del filósofo Esquilo

Esquilo fue un filósofo y dramaturgo griego de familia adinerada, que participó en varias batallas en Atenas y escribió obras de gran trascendencia. Un oráculo predijo que moriría aplastado por una casa, y él, para evitar que se cumpliera esa profecía, decidió mudarse a las afueras de la ciudad.

Un día se sentó bajo un árbol, cuando de repente una tortuga le cayó en la cabeza –tras caérsele a un ave que la llevaba en su pico- matándolo de manera casi instantánea por el fuerte impacto. Al final, la profecía se cumplió.

Asesinado por una naranja

El conocido Bobby Leach se hizo muy famoso por caer agua abajo en las Cataratas del Niágara y sobrevivir a tal evento.

Un día, caminando por la calle, pisó accidentalmente una cáscara de naranja y al resbalarse se partió la pierna. El golpe recibido en la caída fue de tal magnitud que llevó a los doctores a amputarle la pierna. Finalmente, murió a raíz de la cirugía.

La bufanda de Isadora

La creadora de la danza moderna Isadora Duncan, de origen estadounidense, tenía una bufanda favorita que llevaba todo el tiempo.

Una noche de 1927 iba caminando por la calle cuando decide colocarse la bufanda, con tan mala suerte que justo pasó a su lado un coche a gran velocidad, donde quedó enredada. El vehículo la arrastró unos metros y la bailarina de 50 años murió estrangulada por su atuendo favorito.

El detective se mordió la lengua

El creador de la agencia de investigaciones Allan Pinkerton y primer detective de Chicago, resolvió muchos casos gracias a su astucia e inteligencia.

Podríamos pensar que murió a causa de una venganza, por la profesión que ejercía, pero no es así. Pinkerton se mordió la lengua de manera accidental y la herida le ocasionó una infección tan grave que lo llevó a la muerte. 

Barba larga

Hans Staininger, un administrador nacido en Austria, se hizo muy famoso por ser el hombre con la barba más larga del mundo en esos momentos (con casi un metro y medio).

Cuenta la historia que producto de los nervios que le causó la noticia de un incendio en la ciudad, olvido recoger su barba larga y salió corriendo. En la huida, se enredó con ella y cayó estrepitosamente, partiéndose el cuello.

La barba se exhibe ahora en un museo.

Corazón suicida

Corría el año 1995, cuando al estadounidense Sonny Graham le trasplantaron el corazón. El órgano pertenecía a un hombre que se suicidó de un tiro en la cabeza.

Graham decidió conocer a la familia del hombre que le donó el corazón, y al conocer a la viuda, se enamoró perdidamente de ella. Al cabo de unos meses contrajeron matrimonio y finalmente en 2008 Sonny Graham también se suicidó.

Golpe mortal

El ilusionista más popular del mundo, conocido como Harry Houdini, aún es recordado por sus grandes hazañas en la magia.

En Canadá, durante una breve visita, fue sorprendido por unos seguidores que lo invitaron a probar su fuerza física y le golpearon en la región abdominal sin que Houdini estuviera preparado. Los golpes recibidos le rompieron el apéndice y murió de peritonitis en 1926.

Suicidio en vivo

En1974, durante un informativo en televisión, una presentadora llamada Christine Chubbuck –quien, al parecer, sufría de problemas depresivos- dijo: “Para mantener la política del canal 40 de traerles lo último en materia de sangre y entrañas, y a todo color, aquí tienen otra primicia: un intento de suicidio”. Dicho esto, la presentadora sacó un arma y se disparó en la cabeza.

El programa estaba siendo transmitido en vivo y miles de personas vieron en directo el terrible episodio.

Morir de risa

Una de las primeras “víctimas de la risa” que se conocen es la señora Lady Fitzherbert, una viuda de origen inglés, que se hizo famosa por morir de un ataque de risa incontrolable que sufrió durante la función de la Ópera del Mendigo.

En Ciudad de México, un diario nacional informó de que un albañil llamado Alex Mitchell -también de origen inglés-, murió de un ataque de risa que le dio durante la transmisión de la serie “The Goodies”. Se dice que estuvo 25 minutos seguidos riéndose.

Como ves, la muerte es un suceso inesperado que puede ocurrir en circunstancias inimaginables.

 

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