¿Qué ocurre cuando nadie reclama un muerto?

Diariamente mueren cientos de personas alrededor de todo el mundo y muchos cadáveres ingresan a la morgue ya identificados solo a falta de realizar los trámites correspondientes para luego entregarlos a sus familiares.

Del mismo modo están los cadáveres que ingresan y nadie espera por ellos, es allí cuando muchos se preguntan ¿Qué ocurre cuando nadie reclama un muerto?

Aunque hoy día la tecnología que se utiliza para la identificación y el reconocimiento de cadáveres es muy avanzada y se logra dar con los familiares, hay algunos cuerpos que quedan en la morgue congelados en neveras sin la debida sepultura.

Muertos no reclamados

No todos los muertos que no reclaman son porque no tienen familia o amigos que los soliciten para darle sepultura, detrás de cada cadáver hay unas razones que lo mantienen allí en el abandono.

Por ejemplo, los cadáveres que son encontrados en condiciones putrefactas y avanzados estados de descomposición. La morgue los recibe y a través de diversas pruebas en algunos casos logran identificarlo.

Con ayuda de datos familiares se logra en muchos casos la identificación, pero hay otros cadáveres que no corren con esa suerte y permanecen allí en la morgue.

Otro ejemplo son los indigentes que mueren, en la mayoría de los casos no son reclamados por sus familiares.

Y actualmente también se encuentran los cadáveres de inmigrantes, muchos de ellos estuvieron viviendo solos en el país y al morir no son reclamados por sus familiares, que en muchos casos ignoran el hecho y del mismo modo por encontrarse lejos se les imposibilita ir a buscarlos.

¿Qué ocurre con estos cadáveres?

Los cadáveres abandonados en las morgues representan un gran problema por el espacio que ocupan por tiempo indefinido en las neveras. Debido a esto, algunas morgues llegan a sobrepasar la capacidad de los congeladores.

Estos cadáveres deben esperar la autorización de un juez para enterrarlos por caridad y es el Ayuntamiento quien cubre esos gastos.

Gastos bastante altos, ya que, el Estado asume la autopsia, la inhumación y cualquier otro que surja para esclarecer los hechos relacionados con su muerte, sobre todo si se puede localizar a alguien para su entrega.

Aunque sea difícil de creer hay personas que se hacen cargo de algunos cadáveres abandonados y les cancelan los gastos de la sepultura.

El destino de los no reclamados

Algunas universidades también solicitan cadáveres para realizar trabajos de investigación y prácticas reales, pero igual deben esperar la autorización de un juez para tal fin. En las universidades el cuerpo permanece durante un año máximo.

Los cadáveres que reciben la orden del juez para ser enterrados, salen con un número de identificación que se le coloca en la lápida, a fin de ubicarlos si en algún momento es solicitado por un familiar.

Hay familiares que se ubican para entregarle el cadáver y estos por motivos de los altos costes de la funeraria y el entierro y, también por los trámites que hay que realizar deciden no reclamarlos y abandonarlos a su suerte.

Para finalizar es importante saber que no hay ley ni estatuto ni reglamento que obligue a los familiares a retirar cadáveres de la morgue aun comprobándose su vinculación.

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