¿Realmente existe la profesión de maquillador de muertos?

Puede que sea una locura y hasta suene algo extraño que existan personas expertas en maquillar a los difuntos, pero si tenías la pregunta sobre si existe una carrera profesional que sea de maquillador de muertos, la respuesta a esta pregunta es sí, a medias. Esta profesión existe y se llama tanatoestética pero se engloba dentro de la profesión de Tanatopraxia. De esta forma, ocupa una mínima parte del curso de Tanatopraxia dónde además, aprenderás a través de diferentes técnicas, a conservar y preparar el cadáver de una persona para que luzca como si durmiera de forma plácida en un féretro. El tanaropractor es el encargado de preparar al difunto para el funeral con el fin de dar una apariencia normal y de esta forma ayudar a la familia en el proceso de duelo creando un recuerdo sin traumas en el último adiós.

La tanatoestética se encarga principalmente del maquillaje y por medio de este se logra que la persona luzca lo más natural posible eliminando cualquier rastro de la enfermedad y eliminando las imperfecciones del rostro. Previo a este trabajo se higieniza el cuerpo, se prepara de una forma adecuada, se desinfecta, se amortaja y se viste. Por supuesto, no es lo mismo maquillar a personas vivas que hacerlo con personas que han fallecido, no se utilizan los mismos colores y en algunos casos incluso no se utilizan las mismas técnicas de maquillaje.

Se utilizan colores opacos para los labios, cuello y rostro en general, se hace indispensable tener conocimientos de creación y aplicación de prótesis para aquellos casos donde la persona ha fallecido en un accidente o por alguna enfermedad y tiene alguna deformación por lo que se hace necesario realizar una restauración.

En general, el tanatoesteticista o maquillador de muertos se guía según las indicaciones de los familiares y fotos que ellos puedan proporcionarles y aun así, es todo un verdadero trabajo dotar de expresión al difunto. La idea es buscar la misma expresión que tenía en vida y por lo tanto, cualquier detalle es de máxima importancia.

La vida fuera del tanatorio.

Queremos mostrarte un poco más el lado humano de estos profesionales, pues siguen siendo personas que deben llevar una vida social, al contrario de lo que se ve en algunas películas donde se muestra a una persona fría, sombría y hasta terrorífica preparando un cadáver. Los Tanatopractores son personas sociables que tienen familias, gustos y hobbies, incluso en muchos casos son personas que no parecen estar encasillados en el estereotipo de esta profesión, muchos de ellos se sienten orgullosos de su profesión y consideran que es un oficio que merece todo el respeto, pues es una labor en la que se intenta ofrecer el servicio de calidad que merecen las familias que han perdido un ser querido.

Como cualquier otra carrera, los tanatopractores tienen una vida social y aunque puede ser complicado decir en que trabajan, pues a veces las personas pueden sentir cierta aversión al oír que sus clientes son cadáveres. Eso no quita que son personas que disfrutan de una buena compañía, una buena fiesta e incluso otros tipos de actividades recreativas o deportivas. Incluso hay quienes están más cerca de la tecnología y tienen canales de YouTube y no precisamente para su oficio, sino para otras cosas como canales de juegos, videoblogers entre otros.

Aquellas personas dedicadas a la tanatoestetica y la tanatopraxia son grandiosos seres humanos, profesionales muy calificados y dedicados, pues deben aprender a querer su trabajo sin que esto interfiera con un desarrollo normal de su vida.