El tanatopractor es el profesional que se encarga de preparar un cadáver. En ocasiones, estos profesionales observan sucesos imprevistos que pueden ocurrir durante la aplicación de técnicas y procedimientos inherentes a su función. Por ejemplo, ¿te imaginas que el cadáver mueve las manos?

Situaciones imprevistas

Es importante resaltar que durante la preparación de un cadáver se siguen protocolos estrictos de seguridad que minimizan los riesgos a los que se exponen los profesionales que intervienen en este proceso.

Pero, hay situaciones atípicas e imprevistas que no están escritas en ningún manual, y sin duda, no hay una forma establecida para actuar ante ellas.  Entre estas situaciones, podemos encontrarnos con movimientos del cuerpo, sonidos, gases, micciones o evacuaciones.

Gases, gruñidos y sonidos extraños

Es posible que algunos cadáveres emitan gruñidos o sonidos extraños. Esto se debe a que las bacterias y parásitos todavía se encuentran en el sistema digestivo y siguen cumpliendo su función.

Del mismo modo, a veces se expulsan gases, y al encontrarse el cuerpo rígido, hacen que se produzcan sonidos muy extraños.

Movimientos involuntarios

Los movimientos involuntarios, también llamados movimientos postmortem, son otra situación imprevista que puede ocurrir y que causa sorpresa incluso en un tanatopractor. Imagina que mientras preparas un cadáver, este mueve las manos, ¿saldrías corriendo del susto?

Estos movimientos se dan porque el sistema nervioso, aun después de declararse la muerte, manda señales a la médula espinal y esta provoca espasmos en partes del cuerpo como los brazos o los dedos de los pies.

Micciones y evacuaciones

Otra situación imprevista que puede surgir cuando se prepara un cadáver. Hay que recordar que el cerebro es el encargado de regular la función de todos los órganos y cuando una persona muere se pierde esa conexión, por lo tanto, se produce una relajación corporal que incluye a los esfínteres.

Crecimiento de cabello y uñas

Este no es un imprevisto, sino una ilusión óptica. Cuando alguien fallece, su piel se contrae debido a la falta de humedad, lo que permite una percepción de crecimiento del cabello y de las uñas.

Erección postmortem

Aunque parezca increíble, el hombre puede morir y tener una erección. Esto ocurre, sobre todo, cuando mueren ahorcados (la atadura al cuello presiona el cerebelo, lo cual produce la erección).

También puede pasar por un disparo en la cabeza. Cuando el corazón se detiene y paraliza el bombeo de sangre, esta se estanca en las zonas bajas del cuerpo, pudiendo ser el pene un lugar que acumule suficiente sangre para producir la erección.

Los profesionales de la tanatopraxia deben tener en cuenta que, por sorprendentes que resulten estos imprevistos, tienen una explicación científica.