Los velatorios de mascotas están de moda

Las mascotas, esos seres vivos que, en ocasiones, tratamos y apreciamos como a nuestros seres queridos. Un animal de compañía es como si un miembro más de nuestra familia se tratase.

Forman parte de nuestras vidas, nuestro día a día. Como todo ser vivo, los animales tienen una fecha asegurada para partir de este mundo, y aunque esto sea un proceso doloroso, debemos brindarles un adiós apropiado a esos que también fueron nuestros seres queridos.

Con el paso del tiempo, se han normalizado cada vez más las muestras de afecto y dedicación a nuestras mascotas y la necesidad de acercarlos cada vez más a las tareas humanas. ¿Por qué no despedirles también como al resto de seres queridos? Los velatorios de mascotas se están haciendo cada vez más populares.

¿De qué se trata?  

De igual forma que los velatorios de personas, los de mascotas buscan brindar a los dueños y allegados un último adiós en un ambiente de calma, tratanto de hacer menos dolorosa la muerte de nuestro amigo o amiga. Es un proceso único y exclusivo, destinado a velar animales domésticos como perros, gatos, tortugas, hurones o periquitos.

El debate: ¿Es esto normal? 

Simplemente tenemos que preguntarnos si dedicar una última despedida a un ser querido es un proceso normal. Las mascotas, como previamente mencionamos, son nuestros acompañantes en el día a día y aunque este no sea un proceso totalmente normalizado aún, se quiere dejar claro cuál es el fin del mismo: prestar los medios y el apoyo necesarios a quien desee someter el cuerpo de su mascota a un velatorio tras su muerte.

¿Cuánto cuesta un velatorio para mascotas?  

El precio de la cremación de un cuerpo puede variar según el peso, aunque el monto no suele pasar de los 300 euros por incineración. La sala de velatorio suele ser un servicio gratuito, y de ser necesario, puede añadirse el servicio de transporte del cuerpo desde el lugar de la muerte hasta el tanatorio.

El sistema que se sigue es muy parecido al de los tanatorios para personas. Se registra y se prepara al animal para el velatorio -que dura aproximadamente de 15 a 30 minutos– período durante el cual, el cuerpo se encuentra descansando en un túmulo, para luego ser retirado y llevado a incinerar. Si el tutor de la mascota lo desea, puede acariciarlo una última vez antes de ser cremado.

Los impulsadores de este servicio, esperan que con los años se normalice del todo este proceso, puesto que como seres vivos y miembros de comunidades y rutinas del ser humano, merecen ser tratados con respeto, incluso después de su muerte.

Este sigue siendo un procedimiento novedoso y aún en debate, pero que a pesar de ello, ha adquirido mucha popularidad con el paso de los años.

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