¿Por qué velamos a nuestros seres queridos fallecidos?

La despedida de nuestros seres queridos cuando mueren es un instante muy íntimo que comparten familia, amigos y allegados del fallecido. El velatorio es el momento de dar el último adiós a esa persona mediante el protocolo establecido por las diferentes religiones o por las creencias y tradiciones.

Un velatorio no es algo nuevo, ya que se remonta a la Antigüedad, posiblemente antes de Cristo. Pero ¿por qué velamos a nuestros seres queridos fallecidos? Veamos, a continuación, las respuestas a esta pregunta.

Surgimiento de los velatorios

Tenemos la certeza de que ya había velatorios en la época medieval, cuando se exponía el cuerpo y las personas lo visitaban antes de la inhumación o cremación. Los difuntos se preparaban con vestimentas especiales para su despedida.

En esos tiempos, era difícil determinar la causa de la muerte y era habitual que el uso de estaño o plomo causase estados de catalepsia, en los que una persona podía parecer muerta, pero en realidad no lo estaba y al cabo de unos tres días despertaba.

El velatorio se convirtió en un momento de esperanza que les permitía esperar la demostración de un signo vital que levantara nuevamente el cuerpo. En algunos casos, el supuesto difunto estaba finalmente vivo y ocurría; pero en otros no, y del cuerpo empezaban a emanar olores, señal de que se encontraba realmente sin vida.

Importancia del velatorio

Aunque pueda parecer absurdo, el velatorio de los seres queridos es muy importante, ya que permite, no solamente cerrar ciclos, sino también entender el proceso de la muerte y aceptarla.

Esta despedida permite humanizar la muerte y también comenzar el duelo, mediante la expresión de sentimientos y emociones hacia el difunto por parte de los familiares y amigos.

Un momento trascendente para evocar las peticiones especiales del difunto puede ser el velatorio. Un aspecto de gran importancia para la familia, pues estarán despidiendo a su ser querido honrando sus deseos. Esto, de cierta manera, reconforta a las personas de su entorno.

Compartir y conmemorar anécdotas

Velar a un ser querido no solo es una despedida, también es una conmemoración en honor al fallecido.

El velatorio es un espacio social en el que muchos se reencuentran y comparten anécdotas alegres y también tristes del fallecido. Así, encuentran el apoyo necesario para sobrellevar la ausencia, la parte más difícil tras la muerte alguien a quien se quería.

Necesidad de consuelo

El fallecimiento de un ser querido es un proceso que pasa por etapas como la negación, el dolor de la aceptación y finalmente el duelo. Por lo tanto, es necesario el consuelo de los familiares y allegados para recibir y brindar apoyo.

Las palabras de aliento y los mensajes de ánimo, así como el acompañamiento y la presencia de las personas que queremos, son necesarias para el consuelo. Ya sean por parte de familiares, amigos o allegados, ayudarán en gran medida a hacer más llevadera la pérdida.

Entre otras razones para explicar por qué velamos a nuestros seres queridos fallecidos, se encuentra la necesidad de una despedida bajo nuestras creencias y religión, la razón que más peso tiene. Nuestra manera de agradecer y honrar lo significativo que fue el paso de esa persona por nuestras vidas.

 

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