¿Cómo preparaban los mayas a los muertos?

En la actualidad cuando hablamos de la muerte, cada uno tiene un concepto un poco diferente. En nuestra sociedad y cultura actual, donde poco o casi nada pensamos en el tema de la muerte y donde se ha venido perdiendo o modificando varias tradiciones en el momento de enfrentar este acontecimiento, debemos recordar que es un suceso importante, inevitable y no debería ser totalmente inesperado, ni mucho menos tratado con tanta lejanía o desdén.

Para nuestros antepasados, tanto la vida como la muerte tenían un significado un poco más elevado. Por ejemplo, para los mayas la vida y muerte son parte de un ciclo que supone una armonía entre las energías de la tierra, la luz y la oscuridad.

Estas creencias llevaban a los mayas a creer en la muerte como un paso entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos, así que al enterrar el cuerpo, el alma libre comienza su camino a otro mundo. Por esta razón, ellos se esmeraban al momento de realizar las honras fúnebres.

Cómo preparaban los mayas a sus difuntos

Los mayas le otorgaban a sus difuntos alimentos en formas de ofrendas para su recorrido e incluso en ocasiones se sepultaban perros con ellos para que acompañara al difunto por el camino y le ayudarán a cruzar el camino al Xibalba.

Si el difunto era alguien importante dentro de la sociedad, se le honraba sacrificando mujeres y sirvientes que le acompañarían en su recorrido. La idea esencial era que cuando la persona llegara a su destino final en el inframundo, se convirtiera en un ancestro que intercediera por sus familiares en el mundo los muertos.

En los entierros mayas se tenía por costumbre que al preparar el cuerpo para guiarlo hacia el mas allá, se llenaba la boca de maíz molido, pues sería su alimento en el camino junto con una bebida que llamaban Koyem. Le proporcionaban algunas piedras de las que tenían por moneda con el objetivo de que en la siguiente vida no les faltara de comer. El entierro se realizaba dentro de sus casas o detrás de las mismas y se sepultaban con algunos de sus ídolos.

Los mayas pensaban que los muertos tenían sentimientos y necesidades, por lo tanto en muchas ocasiones eran sepultados con objetos cotidianos y de valor para ellos en vida, tales como herramientas, armas, juguetes, utensilios de cocina, objetos mágicos entre otros y si el fallecido era una personalidad dentro de la comunidad, los rituales involucraban a todos y podían llegar a extenderse por varios días.

Conservación de los cuerpos por los mayas

Con el fin de conservar los cuerpos, se realizaban prácticas para darle un aspecto de estar vivo, para ello, usaban máscaras con materiales como el jade, la turquesa o la concha para realizar hermosos mosaicos. Se ha descubierto que los cuerpos eran enterrados en diferentes posiciones, pero no se termina de entender bien la finalidad de tal acto.

Podemos deducir que dentro las costumbres mayas no se tenía la ideología del cementerio como es conocido hoy en día. Por ello, los seres queridos eran enterrados en su casa, no está muy claro si al enterrar al difunto allí, el resto de sus residentes se trasladaban a otro lugar o simplemente vivían con ellos. Un hecho inequívoco es que eran enterrados en cistas con un espacio delimitado por piedras que podían ser de tamaños o formas muy variadas. Las tumbas de los antiguos señores se hacían dentro de edificios donde se colocaba al difunto y su ofrenda y posteriormente se sellaban.

Además valga resaltar que el ritual fúnebre en la cultura maya era muy diferente a los actuales, recientes estudios han detectado que existían varias fases en los entierros, primero se daba un entierro inicial y posteriormente uno definitivo un año después, en  el cual se realizaba una limpieza de los huesos,  eliminando restos de carne y otras adherencias. Esto último se puede confirmar con rituales de limpieza que aún se realizan en algunos pueblos mexicanos durante la celebración del día de muertos.